Ahora ya sabemos que es la literatura y algún que otro concepto más relacionado con ella. Pero como futuros maestros de educación primaria, en este blog nos centraremos sobre todo en la literatura infantil.
Para dar comienzo a este primer bloque nos surgió una cuestión muy importante, quizás la que muchos de vosotros os hayáis preguntado alguna vez.
¿Qué es lo que verdaderamente necesitamos saber sobre la literatura, para poder enseñarla después, a nuestros alumnos?
Muchos pensareis que lo más importante es conocer toda la literatura, toda la teoría, para después recitársela a los niños como papagayos. Tal y como a muchos de nosotros nos han hecho.
Pues no, claro que es importante conocer la teoría, pero hoy en día la podemos encontrar con facilidad en diversas fuentes como interne, en libros, etc
Pero… donde podemos encontrar la respuesta a preguntas tales como: ¿Cómo sabemos si un texto es bueno o malo para los niños de una determinada edad?, ¿Quiénes son los autores más importantes de la literatura infantil en la actualidad?, ¿Cuáles son los libros que les gustan a los niños?, ¿Cuáles han sido las últimas publicaciones?.
A todas estas y a alguna que otra cuestión más, le daremos respuesta a lo largo de esta nueva entrada. Pero como he dicho al principio en este blog nos vamos a centrar en la literatura infantil, por lo que comenzaremos por conocer su origen y evolución.
Edad media y renacimiento. Inicios del libro y didactismo
Durante la Edad Media, leer era un privilegio. La cultura se hallaba recluida en palacios y monasterios, y los escasos libros que había pretendían inculcar buenas costumbres y creencias religiosas.
Los niños y adultos escuchaban y leían las mismas cosas, como las Cantigas de Alfonso X el Sabio, El Conde Lucanor (1335) del infante don Juan Manuel, o los Proverbios del Marqués de Santillana.
Los únicos libros dirigidos a los niños eran abecedarios, silabarios, bestiarios o catones.
Siglos XVII y XVIII. Comienza la fantasía
En este periodo resurgieron numerosas fábulas antiguas, así como nuevos creadores.
En 1654, en Alemania, se edita el Orbis Sensualium Pictus, de Comenio. Libro en imágenes, considerado como revolucionario, cada palabra llevaba su correspondiente dibujo.
Charles Perrault publicó en Francia sus Cuentos del pasado o Cuentos de mamá Oca (1697), en los que recoge relatos populares. Pulgarcito, El gato con botas, La Cenicienta y Caperucita Roja aparecen en esta obra y al final de cada uno añade una moraleja. Con estos cuentos Perrault consagró “el mundo de las hadas” en la literatura infantil.
Pero las narraciones que realmente triunfaron en toda Europa fueron las de Las mil y una noches.
En 1745, John Newbery abrió en Londres la primera librería y editorial para niños, La Biblia y el Sol. Además, en 1751, lanzó la primera revista infantil: The Lilliputian Magazine.
En España, la primera revista infantil se publicó en 1798: La Gaceta de los Niños. Por otro lado en Inglaterra aparecieron dos libros importantes: Robinson Crusoe (1719) y Los viajes de Gulliver (1726).
Fue Rousseau, en el siglo XVII, quien dejó bien claro en su libro, Emilio (1762), que la mente de un niño no es como la de un adulto sino que tiene unas características propias. Se empezó a considerar entonces que los niños necesitaban su propia literatura, eso sí con fines didácticos. En España destacan entre otros Tomás de Iriarte y Félix Mª Samaniego.
Siglo XIX. Descubrimiento del niño
A comienzos del siglo XIX, numerosos autores recuperaron para los niños antiguas leyendas.
Jacob y Wilhelm Grimm, escribieron sus Cuentos para la infancia y el hogar, en los que aparecen personajes como: Pulgarcito, Barba Azul, Blancanieves o Cenicienta y Caperucita, que ya se conocían en la versión de Perrault.
Hans Christian Andersen fue el gran continuador de la labor de los hermanos Grimm. Sus Cuentos para niños (1835) tuvieron gran éxito. Relatos como La sirenita, El patito feo, El soldadito de plomo o La vendedora de fósforos son creaciones de este autor.
Fernán Caballero, es una de las primeras que se preocupa por la literatura infantil en España. Recogió el folclore infantil, leyendas y cuentos populares que fue publicando en un periódico para niños. Aunque en 1874 sacó la colección completa.
El padre Coloma publicó la colección de cuentos para niños, Lecturas recreativas (1884), entre los se encuentra el famoso Ratón Pérez.
En 1876 se creó la editorial de Saturnino Calleja, muy importante para la literatura infantil española. Calleja editó casi todo lo que se escribía para los niños. Destacan los famosos Cuentos de Calleja, en colores, con ilustraciones y a precios muy asequibles. Además contó con los mejores ilustradores y autores de la época, como Salvador Bartolozzi.
En esta época encontramos también a Edward Lear que fue el iniciador de la literatura del absurdo, aunque la combinación de fantasía y humor más importante la aportó Lewis Carrol en Alicia en el país de las maravillas (1865).
Oscar Wilde continuó la tradición romántica de los cuentos de hadas con obras como: El príncipe feliz o El gigante egoísta.
En la segunda mitad del siglo XIX se afianzó la novela de viajes y aventuras. Aquí encontramos a Stevenson con La isla del tesoro (1883), Rudyard Kipling con El libro de la selva (1894) o a Verne con libros como Veinte mil leguas de viaje submarino o Viaje al centro de la Tierra. El siglo XIX, que había comenzado poniendo al alcance de los niños un mundo mágico poblado de duendes, hadas, fantasmas y brujas, terminó ofreciéndoles una literatura que se beneficia e incluso anticipa los adelantos científicos de la época.
En EEUU Mark Twain publicó Las aventuras de Tom Sawyer (1876), en Alemania Hoffmann escribió cuentos como El cascanueces o El cántaro de oro, y en Italia encontramos a Pinocho (1883), del escritor Carlo Collodi.
Siglo XX. Esplendor del libro infantil
La literatura infantil adquirió, por fin, su autonomía en este siglo. La psicología del niño, sus intereses y sus vivencias son tenidas en cuenta por los escritores que elaboran mucho más sus personajes, les dotan de vida interior y les hacen crecer a lo largo de la obra.
En 1904, James M. Barrie publicó en Londres uno de los cuentos más famosos del mundo, Peter Pan.
A lo largo de este siglo han ido surgiendo personajes literarios que han conectado rápidamente con el público infantil y se han convertido en protagonistas de largas series de libros, como Los mumins, Pippa Mediaslargas o Mary Poppins.
Algunos libros han sido un punto de referencia, tanto para los niños como para los adultos, como es el caso de El principito (1943), de Antoine de Saint-Exupéry´, o Marcelino pan y vino (1952), del escritor español José María Sánchez Silva.
Este último autor recibió el Premio Andersen en 1968. Premio, considerado como el Nobel de la literatura infantil, se creó en 1956 y supone un reconocimiento mundial para escritores e ilustradores.
Escritores como Gianni Rodari, premio Andersen de 1970, autor de Cuentos por teléfono (1960) y La gramática de la fantasía (1973) o Michael Ende con Momo (1973) y La historia interminable (1979), han revolucionado la literatura infantil.
Numerosos escritores de todo el mundo han sabido conectar con los gustos del público infantil y juvenil y han llegado a crear auténticos éxitos, como María Gripe, con ¡Elvis! ¡Elvis! (1973).
Literatura infantil en el siglo XX en España
España se incorpora tarde al gran auge de la literatura infantil en este siglo.
Hay autores de prestigio que dedicaron algunas obras a los niños, como Valle-Inclán, Jacinto Benavente o Eduardo Marquina, pero antes de la Guerra Civil española destacaron:
Bartolozzi, que creó las famosas aventuras de Pinocho y Chapete y las de Pipo y Pipa.
Elena Fortún, en cuyos libros aparecían personajes y situaciones que los jóvenes lectores podían reconocer fácilmente en su vida cotidiana. Su forma de escribir amena y ágil, en la que no falta la ironía hacia el comportamiento de los adultos, logró crear un personaje, Celia.
En los años cuarenta aparecieron nuevos escritores como Borita Casas con Antoñita la Fantástica.
Otros escritores destacados son por ejemplo: Ana María Matute, Jaime Ferrán, Marta Ossorio, María Isabel Molina, Pilar Molina, así como Gloria Fuertes con sus versos para niños.
En la década de 1975 a 1985 se produjo en España el llamado boom de la literatura infantil y juvenil, del que surgen grandes escritores como: Consuelo Armijo, Joan Manuel Gisbert o Juan Farias.
El mayor cuidado en la edición y un afán de llevar los libros a los lectores más jóvenes e incluso a los prelectores, originó también en la década de 1980 un magnífico auge de la ilustración española, considerada como una de las mejores del mundo. Destacan entre otros los nombres de Miguel Calatayud, Alfonso Ruano, Carme Solé, Asun Balzola, Arcadio Lobato, Alicia Cañas o Javier Serrano.
Para finalizar, es importante destacar también que es en el siglo XX, cuando surgen asociaciones enfocadas al estudio y promoción de la literatura infantil, como es el caso de IBBY (International Board on Books for Young People), la fundación del Libro, la CEPLI, entre otras muchas.
¿Os habéis dado cuenta que sin querer ya hemos hablado de los autores más importantes? Es imposible separarlos de la historia de la literatura infantil, ya que son ellos los que crean la historia, los que hacen la historia.
Ahora bien creo que teníamos alguna cuestión, que nos había surgido, aun por resolver ¿verdad? Pues vamos a ello.
Hemos hecho un recorrido por la literatura infantil y por tanto, hemos hablado de muchos autores y libros importantes en este terreno. Pero… ¿Cómo podemos estar al tanto de las novedades literarias infantiles?
Esto es más fácil de lo que parece, para estar al día de las novedades literarias, nos bastará con acudir a alguno de los siguientes lugares:
Revistas infantiles: En ellas podemos encontrar novedades literarias, reseñas de libros, artículos,.. Todos ellos relacionados con la literatura infantil y juvenil.
También podemos estar al tanto de estas novedades, buscando en Blogs, algunos ejemplos son:
Entrando en los enlaces a las editoriales que aparecen en este blog u en otras, aunque no estén nombradas en este. Podemos ampliar nuestros conocimientos sobre las novedades editoriales, ya que estas suelen tener reseñas sobre la mayoría de los libros que publican.
Bueno ya que estamos hablando de Blogs, para encontrar información relacionada con esto, podemos consultar también los blogs creados por mis compañeros y antiguos alumnos del centro, ya que ellos también han tratado y han intentado buscar lugares a los que podemos acudir, para resolver este punto.
Además de las revistas y los blogs, también podemos dirigirnos a bibliotecas infantiles, el siguiente link, nos lleva a los enlaces de algunas de las mejores librerías de literatura infantil.
(Algunas de mis compañeras y yo, acudimos a la librería “La mar de letras”, de esta haremos referencia en una entrada a parte)
Otra página que me gustaría destacar, para mí una de las más completas, es http://sol-e.com/, en ella podemos encontrar numerosas reseñas de libros, los cuales están ordenados según la edad.
Además sería interesante acudir a ferias y salas de libros de literatura infantil. Sin olvidarnos de consultar en fundaciones como la de Germán Sánchez Ruiperez, ni en páginas de las Comunidades Autonómicas como puede ser la de Extremadura o la de Navarra, una de las mejores.
Algunas de las formas de conocer las novedades literarias y tener constancia de cuáles son los principales escritores de literatura infantil actuales y por tanto de sus publicaciones, es consultando los enlaces que hemos mostrado anteriormente. Pero también nos pueden ser de ayuda saber cuáles han sido los ganadores de las últimas ediciones de los principales premios de literatura infantil.
Algunos de estos premiso son: el premio Hans Chistian Andersenl, el Premio Lazarillo, el del Barco de Vaporo o el Premio Nacional de Literatura Infantil.
Otras de las cuestiones que mencionamos al principio era que ¿Cómo podíamos saber si un texto es bueno o malo para una edad concreta? Es cierto que existen numerosas clasificaciones de los libres por edades como puede ser la del Barco de Vapor, en la que cada color corresponde a una determinada etapa, encontramos así:
- Blanco: Los primeros lectores: hasta los 6 años.
- Azul: La segunda etapa, desde los 6 años hasta los 8.
- Naranja: La tercera etapa, desde los 8 hasta los 10.
- Rojo: La última etapa, desde los 10 hasta los 12.
Pero, además de guiarnos por este tipo de clasificaciones, es importante conocer el momento evolutivo y las características que tienen que tener los libros de los más pequeños en una determinada edad, para poderles proporcionar el libro más adecuado. Por lo que es importante que tengamos en cuenta los siguientes aspectos:
- De 0 a 2 años: Nos encontramos en la etapa sensoria motriz. Los niños exploran el mundo a través de los sentidos y aprenden a través de vivencias concretas con la realidad inmediata. Por lo tanto, es importante que los libros suministren experiencias auditivas, táctiles y visuales. Les proporcionaremos cuentos que les inviten a participar activamente con movimiento físico de quien narra y quien escucha. Cuentos que ofrezcan patrones de lenguaje que inviten a explorar y jugar con su sonido. Por lo que es adecuado que incluyan repeticiones y sonidos atrayentes. Es aconsejable también que permitan enumerar objetos, partes del cuerpo, imágenes, etc.
En esta edad los niños, no son lectores sino meros escuchadores, por lo que es importantísimo el papel de la persona que les lee los cuentos.
- De 2 a 5 años: Se da la etapa de representación preoperatorio. En este periodo tiene una inclinación por la interpretación “mágica” de la realidad, es egocéntrico. Además comienzan a construirse los símbolos, distingue la palabra del objeto que representa y aumenta su vocabulario a enorme velocidad. Así que los libros deben introducir conceptos simples de forma, color, tamaño y número. Les deben permitir identificar objetos o nociones, por ejemplo, las letras o los números. Es aconsejable que sean cuentos cuyo eje sea un niño como él. También conviene que tenga lenguaje rítmico y repetitivo además de una trama algo más compleja, con partes que se repiten. Los muchachos, se encuentran en su etapa de prelectura, comienzan a desarrollar su lenguaje oral, perciben la relación de palabras e imágenes, distinguen el ritmo y sonido. Comienza a desarrollar su sentido de la narración y ven los elementos dentro del cuento como unidades separadas y superpuestas.
- De 5 a 7 años: se encuentran en la etapa del pensamiento intuitivo. El niño desarrolla el concepto de identidad individual y su autoestima. Tiene una vida imaginativa rica y abundante, que le ayuda a entender lo real. Desarrolla su capacidad de percepción selectiva y observación además tiene un concepto de moralidad absoluto.
Los libros recomendados para este periodo, deben permitir trabajar sus temores personales y en ocasiones presentarles la fantasía de manera verosímil, enriqueciendo su mundo interior. Tienen que tener una secuencia narrativa clara y unidireccional, un trama predecible pero con finales sorprendentes.
La lectura es comprensiva, hacen lectura silábica y por palabras, por lo que se usan textos cortos. Además recurren constantemente a la ilustración para verificar su comprensión de lo que ha leído.
- De 7 a 9 años: se trata de la etapa de operaciones concretas. Es capaz de reconocer la existencia de opiniones distintas a la suya. Del mismo modo desarrolla preferencia por los temas realistas y reconoce la posibilidad de interpretar palabras y hechos de diversas maneras. También recuerda y organiza los conocimientos y separa pensamiento de percepción y acción.
En este período el niño ya ha mejorado su lectura comprensiva, desarrolla alguna autonomía en la lectura, comprende textos cortos de lectura fácil sin ilustración y puede leer comprensivamente la ficción y la fantasía
Los libros a estas edades, deben incluir diferentes puntos de vista del narrador y personajes más complejos. El vocabulario de lectura fácil, historias, eventos y ubicaciones definidas. Además de una narrativa que use diversas figuras de expresión y personajes con los que les sea posible identificarse. Se deben introducir los primeros libros de capítulos.
- De 9 a 11 años: se da la etapa de operaciones concretas. El niño reconoce el significado de los símbolos y el lenguaje figurado, además del humor en el lenguaje. Reconoce la relación entre hechos y sentimientos, del mimo modo que afirma su independencia, participa en juegos de equipo y acepta la realidad además de conservar el manejo de la fantasía.
Es ahora cuando se empieza con la lectura informativa o documental. Los niños desarrollan fluidez en la lectura, por lo que pueden leer textos más largos y complejos en ideas, estructura y lenguaje.
Las características narrativas que asimilan en esta etapa son: textos con diversidad de significados, el uso de distintos tipos de expresión escrita así como el humor de las situaciones absurda, grotesca o exagerada. También asimilan la narrativa con motivos claros para el quehacer de los protagonistas, lineal, de trama simple. La historia suele estar ligada a reflejar situaciones de los adolescentes.
- De 12 a 13 años: hablamos aquí de la etapa operaciones formales. El niño considera alternativas distintas a la realidad que conoce, enriquece su mundo interior. También hace uso del lenguaje figurado, maneja operaciones lógicas y hace uso del pensamiento abstracto. Del mismo modo se hace consciente de su papel social, puede extraer lecciones de hechos pasados y desarrolla posiciones de reflexión o comprensión.
Está en la etapa crítica de la lectura, por lo que asimila ideas, las confronta con su experiencia y conscientemente las relaciona con lo que ha leído. Por lo tanto en este periodo destaca una narrativa que haga uso de un lenguaje distinto e interesante, con cambios de ritmo y ubicación de la acción o con varias tramas y que le presente la existencia y consecuencias de episodios del pasado real o que presenten conflictos sociales o emocionales.
Estos aspectos nos ayudan también a conocer algo más sobre los gustos de los niños, pero antes de hablar de ellos es impórtate mencionar los tipos de textos literarios infantiles que existen.
Principalmente los textos literarios se dividen en: Narrativos, pertenecen a este género las obras que cuentan una historia protagonizada por personajes. Líricos, éstos pueden estar escritos en verso o en prosa. Y por último dramáticos, pertenecen a este género los textos teatrales, que son obras que reescriben para ser representadas ante el público.
Dentro de estos tres grandes géneros existen una multitud de divisiones y subgéneros, en los que ahora no nos vamos a centrar.
Bueno vamos a continuar con la pregunta que teníamos pendiente, ¿Cuáles son los libros que les gustan a los niños?
Para conocer los temas que les gustan a los niños, como hemos dicho antes, es necesario conocer el momento evolutivo en el que se encuentra el niño, así como sus preferencias. Para esto es necesario que en un principio le proporcionemos libros con una temática muy variada, para que poco a poco sean ellos los que vayan fijando sus gustos.
Normalmente a los niños de 2 a 6 años, les gustan libros de temas relacionados con el entorno socio-familiar en que viven. Así como cuentos de hadas y fábulas sencillas. Del mismo modo que les fascinan los libros de imágenes o con diagramas.
Los niños de 6 a 8 años, en cambio, prefieren una temática basada en animales que hablan, historias relacionadas con su ambiente familiar: hogar, juego, escuela. Narraciones sencillas sobre la naturaleza, la historia o la sociedad, ya sean reales o ficticias. También se interesan por las fábulas, las leyendas y los mitos. Así como por los cuentos burlescos y humorísticos además de interesarse también por libros que responden con sencillez a sus “por-qués”
Por último si nos centramos en los niños de 9 A 12 años, podemos observar que estos suelen rechazar los cuentos maravillosos. Aunque a las niñas pueden todavía gustarles, pues pasan de ellos a los temas sentimentales y amorosos. Les gustan los libros de aventuras y los cuentos fantásticos. También comienzan a interesarse por las biografías, empezando por las de personajes míticos o legendarios (héroes, descubridores, exploradores, conquistadores, sabios, artistas…). Les llaman la atención las narraciones sobre historia y ficciones históricas, animales salvajes o domésticos, reales o fantásticos, sobre invención, mecánica, ciencia y experimentos científicos así como los libros de deportes, juegos y humor.
Hay que dejar, claro como hemos dicho ya antes, que esta división de la temática por edades es orientativa ya que cada niño es un mundo y por lo tanto tendrá unos gustos determinados.
No podemos terminar este bloque sin estudiar las pautas que hay que seguir para realizar un buen análisis de un libro. Para ello vamos a realizar una pequeña enumeración de los principales puntos que debemos de seguir a la hora de analizarlo (Este apartado se profundizará en una entrada a parte)
- Ficha bibliográfica del libro: autor, titulo, editorial, año.
- Tema: dependerá de los gustos y el momento evolutivo de los niños.
- Lenguaje del libro: tendremos que ser acorde con la capacidad lectora del niño.
- Estructura: variará en función de la edad del niño, pasando de una estructura simple y lineal, a otras más complejas.
- Personajes: tienen que tener características similares a las del niño, para que este pueda identificarse con él.
- Aspectos editoriales: tendremos que fijarnos en el formato, en el tamaño de la letra, en las ilustraciones, tipo de papel, etc.
- Aspectos literarios: determinar de que tipo de texto se trata, cual e su intención, etc.
- Valoración general sobre el libro.
Ahora, para finalizar con este bloque y cumpliendo con lo prometido, os dejo algunas de las fuentes de las que he obtenido la información para realizar esta entrada.
Documentación del Luvit.
Apuntes de clase.
Blogs de mis compañeros
Algunos de los enlacen mencionados a lo largo del bloque.